- Ajusta el brillo de la pantalla: Reduce el brillo de la pantalla o utiliza el brillo automático para adaptarlo a las condiciones ambientales. La pantalla es uno de los componentes que más consume energía, por lo que reducir su brillo puede ayudar a ahorrar batería.
- Controla las notificaciones: Configura las notificaciones de aplicaciones para evitar que te interrumpan constantemente. Las notificaciones en segundo plano pueden consumir energía, así que selecciona solo las notificaciones importantes o utiliza el modo «No molestar» cuando no las necesites.
- Desactiva la vibración y los sonidos innecesarios: La vibración y los sonidos de llamadas, mensajes y notificaciones también pueden agotar la batería. Considera desactivarlos o configurarlos solo para casos importantes.
- Gestiona las aplicaciones en segundo plano: Algunas aplicaciones continúan ejecutándose en segundo plano incluso cuando no las estás utilizando, lo que consume batería. Revisa la configuración de tu móvil para controlar qué aplicaciones tienen permitido ejecutarse en segundo plano y cierra las que no necesites.
- Desactiva funciones de conectividad innecesarias: Cuando no estés utilizando Wi-Fi, Bluetooth, GPS o NFC, desactívalos para ahorrar energía. Estas funciones de conectividad consumen batería al buscar redes o dispositivos cercanos.
- Limita la actualización automática de aplicaciones: Configura las actualizaciones de aplicaciones para que se realicen solo cuando estés conectado a una red Wi-Fi. Esto evita que se realicen descargas y actualizaciones de aplicaciones grandes que consumen mucha batería mientras estás usando datos móviles.
- Utiliza el modo de ahorro de energía: La mayoría de los dispositivos móviles tienen un modo de ahorro de energía que reduce el rendimiento del procesador, limita las actualizaciones en segundo plano y reduce la frecuencia de sincronización de correo electrónico y otras aplicaciones. Activa este modo cuando necesites prolongar la duración de la batería.
- Cierra aplicaciones no utilizadas: Cierra las aplicaciones que no estés utilizando, especialmente aquellas que consumen muchos recursos, como juegos o aplicaciones de transmisión de video. Esto ayuda a liberar memoria y a reducir el consumo de energía.
- Controla el uso de widgets y fondos de pantalla animados: Los widgets y los fondos de pantalla animados pueden ser atractivos visualmente, pero también consumen batería. Considera limitar su uso o seleccionar opciones más simples.
- Mantén tu móvil actualizado: Actualiza regularmente el software de tu móvil. Las actualizaciones a menudo incluyen mejoras de eficiencia y optimización que pueden ayudar a ahorrar batería.
Recuerda que cada dispositivo puede tener configuraciones y características específicas, así que explora las opciones de tu móvil y adapta estos consejos según tus necesidades y preferencias personales.